Parravicini, el gran profeta desconocido

Este hombre singular, nació en la ciudad de Buenos Aires 8 de Agosto de 1898, artista plástico de renombre internacional debió su justa fama, sin embargo, a sus psicografias premonitorias. En la tranquilidad de su estudio donde dibujaba comenzó a recibir de una extraña forma, ideas que él esbozaba sobre el papel y que atribuía a la espontaneidad de la creación artística. Pero cual sería su sorpresa al comprobar que las ideas que había bosquejado eran proféticas, ya que al paso del tiempo se cumplían inexorablemente.


Así fue que, ante la sorpresa de familiares y amigos, comenzó a acumular una serie de dibujos que contenían profecías sobre el futuro del mundo y de Argentina en particular. Al principio descartó estas premoniciones y tiró muchos de sus dibujos.


Benjamín, o Pelón como le decía su familia, era protagonista de extrañas situaciones, como por ejemplo "adivinar" la ubicación de cosas o personas desaparecidas, pero fue en la década de los 30 cuando comenzó a mostrar su verdadera habilidad. Una noche de 1938 despertó tembloroso, percibiendo un fuerte aroma a mar y algas en su habitación, al tiempo que oía una delicada voz femenina. Comenzó a escribir lo que esa voz le decía: que se estaba separando de la vida, que veía imágenes hermosas, y que "las algas le envolvían las manos como joyas muertas". Por fin, la mujer se identificó, y Pelón escribió un nombre, un lugar y una fecha: "Alfonsina Storni, Mar del Plata, Octubre de 1938". En ese mismo momento, la maravillosa poetisa se suicidaba a casi 450 Km de allí internándose en el mar.


Pero su más increíble faceta, ya se había manifestado desde 1936. Sus manos, sin ningún control de su parte, dibujaban y escribían cosas que con los años llegarían a tener un sentido desconocido para él: había empezado a recibir sus primeras psicografías.


La última profecia que se está cumpliendo dice así:
" el elefante norteamericano beberá agua negra por su trompa y comenzará su mal "

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