Oir decir la verdad en un foro tan “exclusivo” y ver además que ésta puede llegar a millones de personas por medio de la red es sencillamente reparador y sanador en estos tiempos.
Nigel Farage no ceja un día en este empeño, por lo visto. Y esto que escribo no son palabras bonitas. Realmente es nutritivo oir y leer la Verdad y nos permite sacudirnos el polvo si no estamos brillando como deberíamos. Supongo que la admiración que tengo yo por este ministro del Parlamento Europeo es la que tienen algunos por los toreros. Eterno y grande, Farage.
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